Estiman que en 20 días los bares no tendrán café
Desde el sector reconocieron que el desabastecimiento ya es una realidad en la provincia. Advierten que el producto genera entre el 70% y 80% de las ventas en bares.
El café comenzó a resonar con preocupación esta semana en comercios, supermercados y confiterías. Todos al igual que los consumidores, se pusieron en alerta por el posible faltante y la escasez con el correr de los días.
Pero, ¿a qué se debe? Las cadenas de cafeterías y los fabricantes son algunos de los rubros que se están viendo más perjudicados por las trabas en las importaciones. La disparada del dólar por los cambios en el ministerio de Economía de la Nación, agravaron el panorama.
Concretamente, la materia es 100% importada porque no se produce en la Argentina y no hay forma de poder reemplazarla.
En este escenario, es que desde el rubro gastronómico ya empezar a ver las consecuencias.
“Hay desabastecimiento. Va seguir habiendo cada vez más porque se va terminando la materia prima. No la conseguimos en nuestro país, sino que debemos buscarla a otros como Colombia, Brasil. Eso es en dólares”, explicó el propietario de Café Roma en San Luis, Marcos Martino.
Reconoció que tienen un faltante y no saben “hasta cuándo” ni cómo llegará la solución.
“Es muy probable que en 20 o 30 días, las cafeterías del país no tengan más café para trabajar”, advirtió Marino en declaraciones a Megacable.
En los supermercados y comercios del centro de la ciudad, los consumidores no se han encontrado con la falta o góndolas vacías. Pero en esos casos, suelen tener un stock amplío para recomponer.
El comerciante detalló el proceso que implica la llegada del producto a la Argentina: “Los proveedores y mayoristas van hasta el país, eligen el café, lo pagan y después lo traen. El tema es que si no hay libertad para comprarlo, nosotros no tenemos la materia prima para el consumidor”.
Martino aclaró que no se trata de valores, ni tampoco es lo que está en juego. Resaltó que “los precios suben siempre y cuando haya materia prima, y ahora más por más que se eleven cuando no hay, no hay”.
“La realidad es que no tengamos para trabajar. No se trata de cobrar un café más caro o barato. El tema es tener lo suficiente para mantener la infraestructura”, insistió.
En el mismo punto, se detuvo en las consecuencias que puede generar estos inconvenientes. Ejemplificó con un bar que tiene unos 20 empleados donde “el 70% u 80% de los ingresos son provenientes del café”.
“Lo que significa que va a ver mucha gente sin trabajo si continuamos con este desabastecimiento”, graficó.
Por otro lado, afirmó que la situación de los proveedores es igual a la del comerciante y son conscientes de la necesidad de cada cafetería.
“A todos nos tratan por igual. No es que puedo ir con más dinero y comprar. Se está racionando en todos los bares para que haya. Después no sabemos qué va a pasar”, sentenció.
En el ámbito nacional, la empresa Café Martínez tuvo que reducir la venta de envasados en supermercados y sus exportaciones a países de la región para poder compensar la falta de su insumo principal y abastecer a sus 210 locales en el país, donde trabajan unas 3 mil personas.